Es un check-in con su médico que receta medicamentos para asegurarse de que los problemas psicológicos no sean efectos secundarios o debido a cambios o niveles incorrectos de medicamentos.
Por ejemplo, algunos medicamentos pueden causar episodios maníacos. Una vez que la medicina se estrecha o se detiene, la manía se va. Si un cliente de repente comenzaba a comportarse de manera extraña o maníaca, y no tenía antecedentes, lo primero que le preguntaría sería sobre cualquier cambio en la medicina.
Es un control para asegurarse de que su medicamento esté correcto, funcionando y dosificado adecuadamente.
