La química y la medicina están bastante relacionadas entre sí.
La mayoría de los medicamentos convencionales, es decir, moléculas pequeñas, son compuestos químicos. Sintetizar un nuevo compuesto químico o alterar el compuesto químico ya conocido para cumplir con la propiedad biofarmacéutica óptima requiere habilidades químicas.
Cada medicamento debe formularse en una forma de dosificación para administración. De nuevo, la formulación se ve afectada por la propiedad física y química de los agentes activos y otros excipientes.
Ahora, hay medicamentos que no son moléculas químicas (por ejemplo, vacunas, anticuerpos monoclonales), sin embargo, todavía su formulación requiere habilidades químicas.
