Las benzodiazepinas se usan comúnmente para tratar la ansiedad, el insomnio y los trastornos de pánico. Todas estas condiciones responden muy bien al ejercicio físico vigoroso. Un paciente con síntomas de ansiedad lo suficientemente graves como para justificar la medicación le preguntó si había opciones no farmacológicas y le dije que sí.
Le dije que comenzara a caminar vigorosamente, aumentando gradualmente su tiempo de ejercicio hasta que su ansiedad estuviera bajo control. Después de un mes, regresó informando que su ansiedad estaba bajo control, pero requirió 90 minutos de caminata rápida todos los días para controlar sus síntomas.
Ejercicio. Excelente alternativa a las benzodiazepinas en muchos casos sin los efectos secundarios. Opción maravillosa, pero desafortunadamente la mayoría de los pacientes preferirían tomar una píldora que pasar el tiempo necesario para hacer ejercicio.
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