Su médico puede sugerirle pruebas para confirmar el diagnóstico, para descartar otras causas posibles o para evaluar la gravedad de su afección. Las pruebas pueden incluir:
- análisis de sangre: para ayudar a hacer un diagnóstico o para controlar la afección o los tratamientos farmacológicos que se ofrecen
- radiografías, que pueden mostrar anomalías o daños en los huesos, pero no son muy buenas para detectar los primeros signos de artritis
- una exploración de imágenes por resonancia magnética (MRI) – para detectar problemas tempranos y mostrar inflamación
- una tomografía computarizada (TC) que registra las secciones transversales (o “cortes”) del cuerpo para obtener imágenes detalladas del esqueleto y otros tejidos
- una ecografía, que puede detectar inflamación alrededor de las articulaciones (sinovitis)
- análisis de líquido sinovial: para observar el líquido lubricante de las articulaciones, lo que puede ayudar a detectar inflamación, infección y gota
- una biopsia, donde se extrae y se analiza una pequeña cantidad de tejido (esto solo se hace cuando es absolutamente necesario)
- una prueba de orina para ayudar con el diagnóstico o controlar los tratamientos con medicamentos.
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