Es un trastorno del sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la médula espinal, y controla todo lo que haces, incluido el movimiento. Una persona con la enfermedad de Parkinson pierde gradualmente la capacidad de controlar totalmente los movimientos del cuerpo. En las partes más profundas del cerebro, hay una colección de células nerviosas que ayudan a controlar el movimiento, conocidas como ganglios basales. En una persona con la enfermedad de Parkinson, estas células nerviosas están dañadas y no funcionan tan bien como deberían. Estas células nerviosas producen y usan una sustancia química cerebral llamada dopamina para enviar mensajes a otras partes del cerebro para coordinar los movimientos del cuerpo. Cuando alguien tiene la enfermedad de Parkinson, los niveles de dopamina son bajos. Entonces, el cuerpo no recibe los mensajes correctos que necesita para moverse normalmente.
La enfermedad de Parkinson juvenil en pacientes menores de 20 años es extremadamente rara. La aparición de parkinsonismo en la infancia casi siempre se debe a una causa genética o a otra lesión, como un accidente cerebrovascular, lesión cerebral o hidrocefalia. Las condiciones genéticas a considerar incluyen la mutación del gen parkin, la enfermedad de Wilson, el parkinsonismo inducido por fármacos, las ataxias espinocerebelosas, la distonía que responde a la dopa y otras.