Por el momento, no hay tratamientos probados que ralenticen la progresión inevitable del Parkinson. Sin embargo, existen varios medicamentos y otros tratamientos médicos que moderan o eliminan significativamente muchos, pero no todos, los síntomas de la EP. Esto es especialmente cierto durante los primeros años de la enfermedad.
La investigación sobre la enfermedad de Parkinson es actualmente muy sólida y no solo busca activamente un alivio sintomático adicional sino también el objetivo final de una cura, o al menos tratamientos que detengan o reduzcan significativamente la progresión de la enfermedad. Las técnicas de inmunoterapia y alfa-sinucleína son muy prometedoras.
Hay muchas razones para ser optimista.