La glucosa es una molécula altamente polar con muchos grupos hidroxilo y, como tal, es altamente hidrófila y se disuelve fácilmente en el agua.
El interior de la bicapa de fosfolípidos es colas no polares que son hidrófobas.
Como tal, la glucosa no puede pasar a través de la bicapa sin la ayuda de canales de transporte llamados transportes de glucosa o GLUT. Algunos de los cuales se activan en presencia de insulina y otros que forman parte de un sistema de bomba de sodio y potasio.