Muchos pacientes con cáncer metastásico no experimentan dolor o experimentan dolor que es intermitente y manejable sin narcóticos o solo con narcóticos ocasionales.
El dolor severo por cáncer casi siempre puede tratarse con éxito con narcóticos y sedantes. A veces, las dosis deben ser lo suficientemente altas como para causar sedación y fatiga y olvidadizo. Este tipo de tratamiento generalmente lo inician oncólogos, especialistas en cuidados paliativos, manejo del dolor y continúa en el hospicio.
Algunos cánceres de mama metastásicos pueden controlarse durante algún tiempo con terapia endocrina en forma de una única píldora generalmente bien tolerada por día. Con suerte, su madre ha consultado a un oncólogo antes de tomar una decisión.