Ya hay algunas drogas que nos hacen bastante pacíficos, y las alteraciones hormonales, por ejemplo, los bloqueadores de testosterona, prácticamente eliminarán la agresión, la razón por la cual los animales son castrados para hacerlos dóciles.
Eventualmente, deberíamos poder eliminar los instintos agresivos a través de la ingeniería genética u otras intervenciones que no tengan los efectos secundarios de bloquear la testosterona. Dado el riesgo de que podamos autodestruirnos, podría valer la pena hacerlo, pero aquellos para quienes fue hecho estarían sujetos a la agresión de otros, así que no estoy seguro de que sea práctico.
