En base a una conversación con el médico jefe de Rabia en Sri Lanka (donde me mordieron), recomendó NO beber durante el curso de tratamiento de 28 días. Afirmó que esto se debía a la posible interferencia con las funciones de respuesta inmunitaria cuando se tenía alcohol en la sangre. Utilizó la analogía de que básicamente es similar a las personas inmunocomprometidas que responden al curso de tratamiento SI se ingirieron cantidades considerables de alcohol durante este período de 28 días. Su consejo básico fue que desea que su inmunorespuesta sea óptima cuando la vacuna se introduce en su cuerpo. De hecho, afirmó que si se sentía enfermo, como los síntomas de la gripe después de la inyección, en realidad era una buena indicación de la respuesta inmunitaria porque las respuestas inflamatorias de su cuerpo entraban en sobremarcha para producir anticuerpos contra la rabia.
Entonces, si yo fuera usted o alguien más, si necesitaba inyecciones contra la rabia, el riesgo de reducir la respuesta del sistema inmune por el alcohol no justifica el riesgo. Después de 28 días, bebe lejos 🙂