Depende de la enfermedad y el tipo de tratamiento. Se describió por primera vez en asociación con el tratamiento de la sífilis con medicamentos antimicrobianos. Se manifiesta como fiebre, escalofríos, taquicardia, disminución de la presión arterial y dolor muscular, que se inicia a las pocas horas de la terapia, con una duración variable de varias horas. Si la carga de gérmenes es alta y la dosis del medicamento no se reduce en compensación, la reacción puede ser fatal. Esto se debe a que, como en la sepsis, los microbios que se matan liberan endotoxinas y lipopolisacáridos en el torrente sanguíneo, ya que se deshacen a un ritmo demasiado rápido para que el cuerpo los elimine y desintoxique. Se produce una tormenta de citocinas, que es la reacción.
Hay muchas más enfermedades aparte de la sífilis que pueden provocar esta reacción, algunas de las cuales son la enfermedad de Lyme, la brucelosis, la bartonelosis y cualquier infección bacteriana que haya invadido el torrente sanguíneo y haya alcanzado una gran carga.
Con la enfermedad de Lyme, la reacción puede tomar varios días o semanas durante el tratamiento antes de que ocurra la reacción, y generalmente se experimenta como un aumento severo del dolor en los músculos y las articulaciones, fatiga y problemas cognitivos, como problemas de memoria y disminución del estado de alerta. Esta reacción puede durar muchos meses y desaparecer gradualmente a medida que continúa la terapia. Puede desaparecer muy rápidamente si se interrumpe el tratamiento, pero luego los síntomas aumentarán gradualmente, con una enfermedad que puede ser más resistente al tratamiento.
Con bartonelosis, la reacción puede ocurrir en cuestión de horas, experimentando dolor severo en diversas partes del cuerpo, como músculos y articulaciones, junto con aumento de la temperatura, fatiga severa y pulso más rápido. Esto puede desaparecer en unas pocas horas, aunque el dolor y la fatiga aún estarán presentes a una intensidad menor durante la infección. Otra manifestación de una reacción de herxheimer con bartonella puede ser la aparición repentina de marcas en la piel, pero estos mismos tipos de marcas también pueden ser síntomas que aparecen gradualmente en ausencia de tratamiento. He visto, durante el tratamiento antimicrobiano, la aparición repentina de manchas rojas en el pecho, los hombros y los brazos, que poco a poco se vuelven marrones y se desvanecen. Estos fueron acompañados con delgadas líneas rojas y manchas púrpuras, que se desvanecieron con el tratamiento continuo.
Escribo como un paciente experimentado que ha tenido una larga batalla con la enfermedad de Lyme, una batalla muy breve pero intensa con sepsis provocada por una infección del tracto urinario con klebsiella pneumoniae, y actualmente estoy luchando contra la bartonelosis. He aprendido algo de medicina en el camino.
