El diagnóstico de AR puede ser realizado por cualquier reumatólogo con bastante facilidad. A menudo, en la primera visita se realiza el diagnóstico, se inician los medicamentos para aliviar los síntomas y otros para frenar la enfermedad, y se desarrolla un plan de tratamiento a largo plazo. Ocasionalmente, esto ocurre en la segunda visita, tal vez porque la presentación es un poco inusual.
En cualquier caso, la gestión de RA hoy en día es bastante sencilla y, lo más importante, enormemente exitosa. Cuando comencé a entrenar en este campo en 1988, un resultado exitoso (definido como aquietar la enfermedad hasta un punto donde los síntomas son mínimos y la destrucción conjunta deja de avanzar, ambos objetivos se logran mientras se usan medicamentos que pueden continuarse a largo plazo). fue la excepción en lugar de la regla. Ahora lo contrario es verdad. En gran parte, este cambio de paradigma es el resultado de la introducción de “productos biológicos” como Enbrel (~ 1999).
El reumatoide se ha vuelto tan manejable como la hipertensión. No hay necesidad de temerlo como una enfermedad dolorosa, paralizante e incapacitante. ¡Buena suerte!