Cuando estás enfermo, tu cuerpo intenta luchar contra la infección de muchas maneras diferentes. Una forma es que las células de su sistema inmune liberen sustancias químicas que hacen que los vasos sanguíneos se dilaten y se vuelvan más permeables. A medida que su sangre bombea, pierde plasma a través de los vasos sanguíneos, algunos de los cuales llegan a la cavidad nasal.
Más importante aún, el moco es muy importante para evitar que los patógenos entren en las células, cuando el cuerpo combate una infección, la producción de moco se regula por incremento para ayudar a proteger a otras células de la infección.
Así que todo ese exceso de moco se mezcla con el plasma que se escapa de su sangre, por lo que es mucho más líquida de lo normal.
