En la cadena de transporte de electrones (de fosforilación oxidativa), el oxígeno en la parte terminal de este proceso acepta electrones de sus portadores de complejos de citocromo, lo que permite el flujo continuo de electrones a través de los complejos.
El oxígeno también acepta el protón que es bombeado por la ATPasa mitcondrial a lo largo de su gradiente de concentración, y al hacerlo permite la creación adicional de gradiente de protones a lo largo de la membrana mitocondrial interna y el funcionamiento de la cadena de transporte de electrones. Por lo tanto, el consumo de oxígeno se puede relacionar directamente con el funcionamiento efectivo de la cadena de transporte de electrones.
Como habitualmente, la función y vitalidad de cualquier sustancia en el cuerpo se prueba mediante la administración de su antagonista o inhibidor, los iones de cianuro que bloquean los citocromos vuelven ineficaz la cadena de transporte de electrones incluso en presencia de oxígeno abundante, demostrando la función del oxígeno como electrón aceptores (los citocromos son transportadores de electrones en ETC). El oxígeno obtenido de la atmósfera finalmente se canaliza a las mitocondrias contenidas en las células para actuar como eceptores y ayudar en la producción de energía de la célula, ATP y, por lo tanto, su relación directa (oxígeno) con la actividad de ETC.
