La mayoría de los desinfectantes son soluciones de alcohol al 70% (generalmente etanol) y el alcohol es dañino para los microorganismos pero no para nosotros (externamente, nocivo si se ingiere). Esto se debe a las diferencias en la estructura celular.
Sin embargo, los desinfectantes con agentes antibacterianos son generalmente dañinos para ambos, pero más nocivos para las bacterias que nosotros. Las diferencias en la estructura celular entre nosotros y las bacterias se explotan, por lo que los antibióticos matan a las bacterias, pero no nos dañarán porque no tenemos ese proceso.
Por ejemplo, aunque esto no se usa en desinfectantes, es un buen ejemplo: la penicilina es un antibiótico bien conocido y es eficaz contra las bacterias pero no contra los humanos. De nuevo, la razón es la diferencia en la estructura celular. Las bacterias tienen peptidoglucano como parte de su estructura, y la penicilina interfiere con la capacidad de las bacterias para producir peptidoglicano, por lo que las bacterias morirán. Debido a que los humanos no tienen peptidoglicano, no se ven perjudicados. ¡Suerte nosotros! (Aunque puede inducir una respuesta inmunológica en algunas personas).
Tenga en cuenta que las bacterias tienen todo tipo de defensas contra los antibióticos, y las bacterias resistentes a los antibióticos son una amenaza real.
