Ya existen medicamentos que pueden mejorar el funcionamiento cognitivo, los llamados medicamentos de estudio e incluso los estimulantes cotidianos como la cafeína y la nicotina. No convertirán a alguien en un súper genio, pero sí mejoran el rendimiento en algunas medidas de la capacidad cognitiva.
Pero la química solo puede hacer mucho. Para convertir a las personas en Einsteins, es probable que tengamos que cambiar la estructura real del cerebro. Realmente no sabemos de qué manera, ya que la inteligencia depende de múltiples genes, la mayoría de los cuales aún no han sido identificados. Pero incluso una vez que llegamos a ese punto, será difícil o imposible cambiar la estructura cerebral de un adulto, después de que se hayan formado las estructuras y de que se haya llevado a cabo la poda sináptica. Al menos requeriría una tecnología de “ciencia ficción” mucho más avanzada que la nuestra. Entonces ese tipo de mejora probablemente se logre mejor a través de la ingeniería genética.