Una pregunta interesante, pero con muchas complicaciones:
- Los diagnósticos psiquiátricos no se pueden hacer a partir de una biopsia cerebral , ni siquiera un escáner cerebral o cualquier otra forma objetiva de prueba: los diagnósticos psiquiátricos son caracterizaciones psicosociales y no tienen una correlación 1: 1 con los fenómenos médicos. La evidencia física objetiva es lo opuesto a los métodos psiquiátricos.
- Una biopsia cerebral no nos dirá qué está sucediendo en todo el cerebro , ni en el nivel de neurotransmisión ni en otras cosas importantes como la regulación epigenética, los rasgos morfológicos, etc. No sabemos lo suficiente sobre el cerebro humano como para poner siquiera los resultados a un uso significativo en la mayoría de los contextos, y el acto de biopsia afectará además el contenido de los materiales extraídos.
- Las biopsias cerebrales son prohibitivamente peligrosas , especialmente porque los tratamientos psiquiátricos normalmente fracasan y no hay razón para pensar que un diagnóstico confiable hará que la situación o el resultado de alguien sea lo suficientemente mejor como para justificar el riesgo en la mayoría de los casos.
- No tenemos idea de qué es la “enfermedad mental”. Todos los fenómenos psicológicos involucran la actividad de los neurotransmisores, pero no podemos relacionar determinados tipos de actividad con diagnósticos psiquiátricos exclusivos y explicativos. Los diagnósticos actuales son generalmente colecciones heterogéneas de experiencias potencialmente no relacionadas, algunas de las cuales no tienen ninguna patología subyacente.
- La evidencia de que algo es atípico no nos dice cómo tratar a alguien , y tenemos más probabilidades de empeorar a alguien que de mejorarlo a través de tratamientos psiquiátricos. El problema principal en este momento no es la falta de especificidad sobre lo que está pasando, se trata de ni siquiera saber qué está pasando o por qué.
- Lo que el paciente experimenta es lo que importa , a diferencia de cómo se ve su cerebro. La psiquiatría no se trata de patologías médicas, sino de si alguien está viviendo el tipo de vida con el que la sociedad está de acuerdo, o el tipo de vida que alguien quiere vivir por sí mismo. Sacar un poco de cerebro no nos dirá si alguien está satisfecho en la vida, o conforme a las expectativas culturales, o cuál podría ser el problema si no lo es.