¿Las manzanas son seguras para un paciente diabético?

La respuesta corta: sí, las manzanas son seguras para los pacientes diabéticos.

La respuesta larga: eso depende de algunos factores: ¿cuántas manzanas consume el paciente? ¿Cuál es el pronóstico actual de su condición diabética? ¿Cómo es el resto de su dieta y estilo de vida?

En general, un paciente diabético padece una afección conocida como diabetes mellitus, que es cuando la persona no puede reducir sus niveles de glucosa en sangre a niveles basales (normales).

Un paciente puede estar sufriendo de uno de dos tipos de diabetes mellitus: tipo I y tipo II. La diabetes mellitus tipo I es la menos común de las dos y ocurre cuando las células productoras de insulina de la persona (células beta pancreáticas) no pueden producir insulina. El tipo II es el más frecuente de los dos y ocurre cuando los tejidos y las células del cuerpo se vuelven menos sensibles a la insulina que está produciendo en el cuerpo.

En ambos casos, el problema es la hiperglucemia y, por lo tanto, se aconseja a los pacientes mantener una dieta que no provoque un aumento en la glucosa en sangre. Para determinar cómo un alimento en particular afecta los niveles de glucosa en sangre, tenemos el “índice glucémico” y la “carga glucémica”. El primero determina qué tan rápido aumenta el nivel de azúcar en la sangre de una persona después del consumo de alimentos; este último mide el grado en que aumenta la glucosa en sangre.

Una manzana, a pesar de lo que puedan decir algunas personas, es buena en ambas medidas: una manzana promedio posee un índice glucémico bajo de 10 considerada alta).

Entonces, en general, una manzana es una apuesta bastante segura para los pacientes diabéticos. Pero, al igual que cualquier otra cosa, las manzanas deben consumirse con moderación: a pesar de sus bajas medidas de índice / carga glucémica, las manzanas consumidas en masa además de otros hábitos alimentarios / de ejercicio deficientes pueden provocar resultados terribles.