Ser escéptico es bueno. Dejar de intentar es malo.
Lo que sabemos ahora era impensable de hace tan solo 150 años. Hace apenas 150 años ni siquiera sabíamos cómo se quemaban las estrellas, que hay más galaxias que la Vía Láctea, que las estrellas son otros soles, o que el universo se está expandiendo. Imagínate.
Hasta ahora, la Madre Naturaleza nos ha demostrado que si le hacemos preguntas de la manera correcta, ella está dispuesta a proporcionarnos respuestas. Pero las preguntas son cada vez más difíciles, y tal vez no les estamos preguntando de la manera correcta, o nos faltan los recursos para hacer la pregunta (es decir, suficiente energía en un acelerador de partículas).
Es ciertamente posible que ciertas preguntas fundamentales permanezcan para siempre fuera del alcance. Posiblemente el “¿cómo / por qué surgió el universo?” es uno de ellos.
Pero estoy seguro de que podemos encontrar respuestas a “cómo surgió la vida” y posiblemente a “lo que es nuestra mente”. Si alguna vez logramos crear una estructura lo suficientemente compleja como para mostrar autoconciencia, por ejemplo. Esto no es inconcebible.
Y quién sabe, tal vez algún día aprendamos cómo comenzar un universo en el laboratorio 🙂
