Las reacciones de los usuarios varían, y sus mecanismos de acción son diferentes. La potencia es un término inaplicable, ya que los individuos reaccionan de manera personal y no generalizable.
Los ISRS no cumplen con el estándar de eficacia clínica si consideramos sus ensayos clínicos como nuestra fuente de información (no es que las investigaciones posteriores a la comercialización ofrezcan una imagen más favorable). El 5-HTP tampoco ha demostrado ser clínicamente eficaz.
Algunas personas responden bien a uno, al otro o a ambos, y algunas personas no responden a ninguna. Los efectos secundarios pueden existir con cualquiera de los dos y mezclarlos es una mala idea que puede provocar consecuencias graves o un mayor riesgo de muerte que los ISRS solos.
Algunas personas usan 5-HTP cuando la abstinencia de los ISRS dura años y no pueden encontrar una manera de volverse funcional sin suplementos. De acuerdo con la literatura, los ISRS pueden tener una gama más amplia e intensa de efectos secundarios, y causar disfunción cerebral a propósito como su mecanismo de acción, pero el 5-HTP no es un suplemento “seguro” y requiere un estudio y monitoreo cuidadoso.