Los medicamentos que usan los anestesiólogos para la cirugía no pueden comprarse en prisiones para inyecciones letales porque las compañías farmacéuticas que los producen se niegan a venderlos en las cárceles. No hay ninguna ventaja para ellos y los países donde se fabrican las drogas han eliminado la pena de muerte.
Tenga en cuenta también que algunas drogas que utilizan los anestesiólogos no tienen el efecto de prevenir la experiencia del dolor, sino que evitan la formación de recuerdos de experimentar dolor. Si los testigos ven a los condenados con dolor, el método de ejecución podría juzgarse como cruel e inusual.