En mi humilde opinión, el páncreas artificial, que ha sido desarrollado y modificado por los usuarios con dispositivos de monitoreo, bombas de insulina y microcontroladores en un sistema confiable de circuito cerrado. Hubo un rechazo por parte del gobierno y el establecimiento médico sobre él, ya que nunca se pretendía que los dispositivos individuales funcionaran juntos de esa manera.
Supongo que dentro de unos años algún fabricante de equipos médicos va a patentar su propia versión costosa y la FDA comenzará a enjuiciar a los usuarios de las versiones de bricolaje.