Cualquier cirugía tiene riesgos, pero existen técnicas efectivas y mínimamente invasivas que son muy seguras cuando las realiza un cirujano experimentado. Si necesitan abrir su cráneo para acceder al quiste, la recuperación será más larga.
Mi madre tuvo cirugía endoscópica endonasal en 1985 cuando era una nueva técnica. Le quitaron un tumor de la glándula pituitaria y la liberaron del hospital un par de días después. ¡Asombroso! Creo que fue más duro para mi padre que ella.
El médico que realizó su cirugía desarrolló el método de acceso a la glándula pituitaria a través de un agujero perforado en el seno. En la sala de urgencias cuando ella estaba muriendo, le dije con tristeza al médico tratante: “Ha sobrevivido tanto” y enumeré varias cosas, incluida la acromegalia. El doctor me preguntó cómo sabía que tenía acromegalia y le respondí que “el Dr. Wilson le extirpó un tumor de la glándula pituitaria”. Sus ojos se agrandaron y le preguntó “Dr. Charlie Wilson? “Dije que no sabía su nombre, pero fue en UCSF. El médico verificó una TC que tomaron de su cabeza y me mostró el agujero que el Dr. Wilson había perforado para acceder a su cerebro más de 20 años antes. ¡Era muy pequeño!
Tuve una cirugía endoscópica para tratar un aneurisma detrás de mi ojo izquierdo. El cirujano accedió a mi arteria femoral a través de una pequeña incisión en mi ingle, luego pasó el catéter por la arteria y dentro de mi cerebro. Me quedé en cuidados neuro-intensivos durante la noche, luego fui liberado.
Estas técnicas mínimamente invasivas pueden producir resultados fabulosos, pero requieren un neurocirujano capacitado.
