Pronóstico de una fractura de tibia
Los pacientes con una fractura de tibia suelen recuperarse por completo con un tratamiento adecuado (ya sea quirúrgico o conservador). El regreso a la actividad o al deporte generalmente puede tener lugar en varias semanas o muchos meses y debe ser guiado por el fisioterapeuta y el especialista tratantes. En pacientes con lesiones graves que involucran daño a otros huesos, tejidos blandos, nervios o vasos sanguíneos, el tiempo de recuperación puede prolongarse significativamente. En pacientes con fracturas muy pequeñas que no están desplazadas (como una fractura por avulsión del maléolo medial), el regreso al deporte a veces puede ocurrir en tan solo 6 a 8 semanas según lo oriente el fisioterapeuta tratante.
Fisioterapia para una fractura de tibia
El tratamiento de fisioterapia es vital en todos los pacientes con fractura de tibia para acelerar la cicatrización y garantizar un resultado óptimo. El tratamiento puede comprender:
- Masaje de tejidos blandos
- Movilización conjunta
- Electroterapia (por ejemplo, ultrasonido)
- Taping o arriostramiento
- Hielo o tratamiento térmico
- El uso de una bota protectora o abrazadera
- El uso de muletas
- Ejercicios para mejorar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio
- Hidroterapia
- Educación
- Modificación de la actividad
- Un plan graduado de regreso a la actividad
- Consejos de calzado
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A pesar del tratamiento fisioterapéutico adecuado, algunos pacientes con fractura de tibia no mejoran adecuadamente y pueden requerir otra intervención. El fisioterapeuta o médico tratante puede asesorar sobre el mejor curso de manejo cuando este sea el caso. Esto puede incluir investigaciones adicionales como rayos X, tomografía computarizada, resonancia magnética o gammagrafía ósea, y períodos de inmovilización con yeso o derivación a las autoridades médicas apropiadas que pueden aconsejar sobre cualquier intervención que pueda ser adecuada para mejorar la fractura de la tibia. Ocasionalmente, los pacientes con fracturas que se manejan inicialmente sin intervención quirúrgica pueden requerir cirugía para estabilizar la fractura y un injerto óseo para ayudar a la consolidación de la fractura.
Ejercicios para una fractura de tibia
Su fisioterapeuta puede aconsejar cuándo es apropiado comenzar los ejercicios iniciales y eventualmente avanzar a los ejercicios intermedios, avanzados y de otro tipo. Como regla general, la adición de ejercicios o la progresión a ejercicios más avanzados deben llevarse a cabo siempre que no haya un aumento en los síntomas.