El problema geométrico esencial, el de cómo pasar la cabeza esferoidal de un bebé a través de la jaula pélvica de la madre, no es muy susceptible al cambio. Si el bebé nace a un plazo más corto, la cabeza será más pequeña, pero estará menos desarrollada y, por lo tanto, tendrá mayor riesgo. La naturaleza ya ha encontrado una solución bastante avanzada que implica la flexibilidad del cráneo blando del bebé y el estiramiento de la pelvis en una mujer embarazada.
Sin duda, las mejoras médicas se seguirán realizando en los métodos de administración cesárea. Curación más rápida de la incisión, por ejemplo. Y es probable que haya innovaciones en el control del desarrollo fetal y en la realización de intervenciones más oportunas cuando sea necesario.
Pero simplemente asegurarnos de que el 100% de las mujeres embarazadas reciban nuestro estándar actual de atención prenatal haría una gran diferencia en los resultados. Gratis, sin preguntas, la atención médica universal marcaría una gran diferencia.