El tinte de fluoresceína es uno de los muchos teñidos que se usan en un examen ocular. Para que quede claro, el tinte en sí no puede adormecer un ojo, pero debe combinarse en una sola botella con un anestésico (el agente anestésico real de la tetracaína o la proparacaína).
El colorante naranja común es útil de muchas maneras. Se usa para medir la presión intraocular, para el ajuste de una lente de contacto rígida corneal y escleral y para “ojos secos”.
Hay otros tintes. Uno es rojo llamado rosa de bengala y el otro es verde llamado lysomine green. Ambos son útiles para los ojos secos o la sospecha de inflamación de las córneas. En raras ocasiones, se usa azul de metileno en el trabajo ocular, pero ocasionalmente todos los pacientes pueden estar inadvertidamente expuestos.
En resumen, los tintes son herramientas importantes para el oculista.