Hiciste una pregunta interesante porque uno podría preguntarse qué son los “intangibles”, y créanlo o no, esta pregunta está en el corazón de toda la historia de la psicología.
En siglos pasados, se asumió ampliamente que uno no podía “medir” algo mental (o emocional, espiritual). De hecho, muchas cosas que ahora comúnmente consideramos tareas cognitivas alguna vez se creyeron que residían en el corazón o en el “alma” (cosas como la moralidad, el sentimiento amoroso).
El subcampo de la Psicología del Comportamiento (en particular, un grupo llamado Radical Behaviorists) hace las preguntas si estos “intangibles” realmente existen. Por ejemplo, se han desarrollado pruebas para medir la “autoestima”. Los conductistas argumentan que la “autoestima” no es algo que “tienes” sino un conjunto de actividades (tal vez pensar) que “haces”.
Hace ciento cincuenta años, las ideas psicológicas fueron estudiadas principalmente por alguien que tenía una idea de los propios procesos. Un psicólogo y filósofo llamado Gustav Fechner que estudiaba la percepción humana (táctil, peso) escribió una idea que ha cambiado la cara de toda la psicología como ciencia. Se despertó una mañana con esta idea provocadora: si hubiera un cambio cuantificable en la cantidad de un estímulo, se seguiría con un cambio mensurable en la fisiología. Esa idea dio lugar a todo el campo de la psicología experimental, en el que los “intangibles” de los que hablas se estudian como entidades mensurables. A lo largo del siglo, los conceptos tales como la memoria, la atención, el lenguaje, las habilidades espaciales, la percepción sensorial, la resolución de problemas, la formación de conceptos son fácilmente discutidos y probados por los psicólogos cognitivos. Los psicólogos también han desarrollado pruebas para medir la función psicológica y han desarrollado escalas que se consideran indicativas de la severidad de ciertos tipos de estados de ánimo (ira, depresión, ansiedad), características de la personalidad, síntomas psicóticos, trauma, incluso elementos más específicos como cuánto malestar tiene una persona, cuán responsables se sienten hacia la sociedad, hipocondría, incluso cosas como la introversión o la autoestima. La lista de cosas que estudiamos es infinita, la lista de cosas para las que tenemos pruebas es enorme … limitada, pero demasiado larga para describirla aquí. La lista de pruebas que resisten el rigor científico es más limitada, pero probablemente es más larga de lo que estimarían los no psicólogos.
