Cómo evitar tener que ir a la sala de emergencias

Pregúntate si es una verdadera emergencia. Vaya a una clínica en lugar de una sala de emergencia si necesita antibióticos o tal. Deje la sala de emergencias para las personas que necesitan atención inmediata.

Busque un médico cuya especialidad sea la familia o la práctica general. Si eres mujer, un ginecólogo también es una buena opción. Vaya a él una vez al año, ya sea que lo necesite o no. Los médicos están muy ocupados, pero no les molesta la distracción ocasional de una persona que se presenta bien para una breve charla. Lo conocerán a usted y su cuidado, cuando lo necesite, será y se sentirá más personal. Nota al margen: a los médicos realmente les gustan las personas, les gusta ver personas que son saludables, y si ven que tienen cierta responsabilidad de mantenerlo saludable, se sienten inmensamente gratificados.

De todos modos, acuda a su médico personal con regularidad y genere confianza. Si te dan medicina tómalo concienzudamente. Sigue sus instrucciones servilmente. Si le preocupa que algún tratamiento o diagnóstico no sea correcto, obtenga una segunda opinión. Un buen doctor no lo detendrá, solo los más altamente ungidos creen que son infalibles. Si demuestran ser falibles, no los retengas, después de todo, han demostrado que son humanos como tú.

Haz estas cosas. No se preocupe ni persevere por los dolores y dolores. Vaya a SU médico antes de que empeore y se mantendrá alejado de la sala de emergencias.