Sí, este es un comportamiento muy común. Sabemos reaccionar a la violencia y la agresión, pero no sabemos para recibir amabilidad. Nos decimos a nosotros mismos (y nos lo dijeron) que nos están aprovechando, y eso es inaceptable.
Lo que es verdaderamente inaceptable es aceptar la herida de haber sido rechazado antes, nuestra herida de rechazo “inicial”, desafortunadamente vinculada a nuestros padres. Comprender que las generaciones anteriores no sabían cómo “separarse” de sus hijos (por la noche, por el día, por el jardín de infantes, la escuela, etc.) y hacer este ejercicio ahora, internamente, hará que acepten y disfruten la amabilidad, así como también encontrar una respuesta adecuada (principalmente para ti) en las raras ocasiones en que alguien intenta aprovecharla.
Apreciarás la bondad, también te permitirás ser amable, que en realidad es una de nuestras cualidades naturales.