¿Cuáles son las mejores formas de evitar el trauma vicario secundario?

Encuentro que el mayor paso es primero reconocer que estás en riesgo de sufrir un trauma secundario. A menudo recibimos el mensaje de que no hay nada de qué preocuparse. Entonces, de alguna manera, al hacer la pregunta, has ganado la mitad de la batalla.

El segundo es evaluar su exposición. Dependiendo de su campo, hay evaluaciones rápidas disponibles para ayudarlo a hacerse algunas preguntas que pueden resaltar las áreas en las que se ve afectado. Estos deberían ser del tipo “¿con qué frecuencia piensa en el trabajo cuando no está trabajando?” y muchos otros signos de trauma vicario.

Creo que la “cura” real es individual para cada persona, pero armada con la información anterior, cada persona puede desarrollar una rutina de autocuidado que le permita continuar funcionando en entornos estresantes.

Finalmente, las organizaciones pueden emprender iniciativas de atención informada sobre trauma para educar y organizar mejor a su organización para que funcione bajo un estrés traumático constante.