Encontrar nuevos antibióticos no es como cavar en las minas y encontrar nuevos diamantes.
Este es un largo y arduo proceso de investigación realizado por científicos altamente capacitados para descubrir una nueva molécula que pueda beneficiar a la humanidad. Las instalaciones que realizan dicha investigación avanzada son limitadas y cuesta miles de días-hombre y millones de dólares obtener el mismo éxito ya que el 99% de las empresas resultan en fallas. El alto riesgo de fracaso es el mayor desincentivo en la investigación farmacológica. El escenario actual es que muy pocos antibióticos nuevos están en proceso.
En tal situación, la prudencia es utilizar juiciosamente los antibióticos actualmente disponibles, para que la resistencia no se desarrolle contra ellos. En caso de que perdamos el arsenal actual, es probable que muchas personas mueran, como se vio en los últimos siglos cuando no había antibióticos.
