La ingesta a largo plazo de antibacterianos de espectro reducido a una dosis más baja, como la Nitrofurantoína (que no es realmente un antibiótico sino un antiséptico urinario) o el Cotrimoxazol, es un medio comprobado de profilaxis efectivo y seguro. Normalmente no afectan a la flora normal (bacterias inofensivas) que pueden crecer cerca o alrededor de la uretra, por lo tanto, no perjudican su capacidad para protegerse de organismos que son patológicos e invaden el tracto urinario, especialmente durante las relaciones sexuales. Además, ellos mismos pueden matar a estas bacterias invasoras. Y dado que no afectan la flora normal, existe una posibilidad mínima de infección por hongos, que es común entre los pacientes que toman antibióticos de amplio espectro en dosis terapéuticas durante períodos prolongados.
Importante: antes de iniciar cualquier régimen de profilaxis, debe asegurarse de que usted (o su pareja) no tenga una infección activa. Una infección activa significa un número significativo de organismos patológicos presentes en la orina que requieren una dosis terapéutica y el curso de un antibiótico apropiado, generalmente una fluoroquinolona.
