En términos simples y simples, la relación entre un haluro de hidrógeno y su ácido hidrácido respectivo es similar a la existente entre una sustancia pura y su solución acuosa.
Todos los haluros de hidrógeno son gases a temperatura y presión normales, y son altamente solubles en agua. Todos existen como moléculas covalentes, pero en solución acuosa se ionizan para dar iones hidronio (H3O +) y los correspondientes iones haluro (X-).
HX + H2O = H3O (+) + X (-)
HCl, HBr y HI están completamente ionizados en agua con altas concentraciones de iones de hidronio, por lo que sus respectivos ácidos hidrácidos son ácidos fuertes. Pero el HF solo está parcialmente ionizado debido a la alta energía de disociación del enlace HF, por lo que su solución acuosa es un ácido débil.
En términos de comportamiento químico, no hay mucha diferencia entre un haluro de hidrógeno gaseoso y su solución ácida. Por ejemplo, tanto el ácido clorhídrico como el gas HCl seco reaccionan con el hierro metálico para producir cloruro ferroso e hidrógeno gaseoso.
Fe (s) + 2HCl (aq) = FeCl2 (aq) + H2 (g)
Fe (s) + 2HCl (g) = FeCl2 (s) + H2 (g)
La principal diferencia aquí es que el ácido reacciona fácilmente con el metal a temperatura ambiente, mientras que el cloruro de hidrógeno gaseoso puro requiere temperaturas elevadas (metal caliente) para que la reacción de desplazamiento tenga lugar de manera efectiva.