En realidad, si alguna vez has visto la forma en que se hace la hamburguesa, te darás cuenta de que comes E. coli todos los días si eres carnívoro.
Los habitantes bacterianos del tracto gastrointestinal humano constituyen un ecosistema complejo. Se han identificado más de 400 especies bacterianas en las heces de una sola persona. Las bacterias anaeróbicas predominan. El tracto gastrointestinal superior (el estómago, el duodeno, el yeyuno y el íleon superior) normalmente contiene una microflora dispersa; las concentraciones bacterianas son menos de 104 organismos / ml de secreciones intestinales (figura 95-1). La mayoría de estos organismos se derivan de la orofaringe y pasan por el intestino con cada comida. La colonización del intestino superior por organismos coliformes es un evento anormal y es característico de ciertos patógenos infecciosos como Vibrio cholerae y Escherichia coli enterotoxigénica. En contraste, el intestino grueso normalmente contiene una microflora exuberante con concentraciones totales de 1011 bacterias / g de heces. Los anaerobios, como Bacteroides , estreptococos anaeróbicos y clostridios superan en número a los anaerobios facultativos, como E coli, en un factor de 1.000.
Concentración de la flora bacteriana en regiones del tracto gastrointestinal.
El carácter de la flora bacteriana cambia no solo a lo largo del tracto gastrointestinal sino también transversalmente con respecto a la superficie de la mucosa. Las bacterias ocupan la luz, se superponen a las células epiteliales y se adhieren a la mucosa. La penetración de bacterias a través de la superficie de la mucosa es un evento anormal; los patógenos tales como Shigella , Salmonella y Campylobacter invaden de esta manera.
. Los individuos con ácido gástrico reducido o ausente tienen una alta incidencia de colonización bacteriana en el intestino delgado superior y son más susceptibles a la enfermedad diarreica bacteriana. La bilis tiene propiedades antibacterianas y, por lo tanto, puede ser otro factor para controlar la flora. La motilidad propulsora hacia adelante (peristalsis) es un elemento clave en la supresión de la flora del intestino superior. Finalmente, la microflora misma, al producir sus propias sustancias antibacterianas (p. Ej., Bacteriocinas y ácidos grasos), estabiliza las poblaciones normales y evita la implantación de patógenos.