Como puede leer, los gemelos idénticos comparten casi un genoma idéntico o un plano de ADN (99.9%). A medida que los gemelos idénticos envejecen, sus diferencias pueden atribuirse a influencias o etiquetas epigenéticas (ambiente, estilos de vida, dietas, ejercicio) que alteran las expresiones génicas (las activan o desactivan).
Su ADN contiene todas las secuencias genéticas que lo diferencian de la siguiente persona (su genoma). Eso es aproximadamente 7 mil millones de personas en este planeta y eso significa que hay más de 7 mil millones de genomas.
En pocas palabras, el ADN produce ARN que produce (transcribe) secuencias de aminoácidos que producen proteínas (traducen) que producen vida. Las influencias epigenéticas ocurren en el punto de expresión (transcripción) y no implican daños o mutaciones en el ADN. En otras palabras, la secuencia de ADN no se altera de la misma forma que las secuencias de proteínas se transcriben, expresan o silencian (activan o desactivan).
Cada célula en el cuerpo humano tiene la capacidad de producir más de 100,000 proteínas de diferencia. La transcripción de ARN le dice a las células qué proteínas “activar o desactivar” en función de una secuencia específica que se establece en el ADN. Esto es lo que diferencia una célula pulmonar de una célula cerebral de una célula cardíaca.
Es interesante saber que las etiquetas epigenéticas pueden transmitirse desde generar para generar y efectuar la transcripción de ADN en nuestros descendientes, por lo que un abuelo que fumó podría transmitir una etiqueta epigenética que contribuyó al cáncer de pulmón es una generación futura aunque esa persona nunca ahumado. Esto también es cierto con un padre o abuelo obeso o con sobrepeso que pasó por una etiqueta epigenética que pone a una descendencia de futura generación en riesgo de volverse más obesa que alguien sin la etiqueta.
Esta es solo una explicación muy básica. Hay una gran cantidad de procesos biológicos muy complejos en el trabajo que explican por completo la diferencia en gemelos idénticos.
Es importante tener en cuenta que su ADN no es su destino, solo su tendencia. Por lo tanto, si tiene un mayor riesgo de padecer una enfermedad, como el gen APO4 asociado a la demencia, los cambios en el estilo de vida pueden reducir epigenéticamente su riesgo.