Lo extraño del dolor crónico es que siempre hay una causa.
La mayoría de las veces, sin embargo, la causa está fuera de tu conciencia, lo que significa que no puedes acceder a ella conscientemente.
Cuando se encuentra la causa raíz, inicialmente parece ilógica. Pero si ves la situación a través del mecanismo de supervivencia de la mente, es lógico.
Pasé más de 10 años aprendiendo y estudiando sobre la mente, el cuerpo y el cerebro, y pasé muchos años como fisioterapeuta ayudando a las personas a controlar el dolor crónico. Desde entonces, he llegado a la conclusión de que el dolor crónico, independientemente del método de aparición (ya sea una lesión, una causa no aparente, un trauma de algún tipo), el dolor crónico reside en la mente.
Lo cual para algunas personas puede ser una declaración desafiante.
Y con eso no me refiero a que el dolor crónico no sea real o esté compensado. Lo que quiero decir es que hay una enfermedad en la mente que causa cambios en las hormonas liberadas por el hipotálamo. Este cambio químico causa los problemas a nivel tisular, como inflamación o sensibilización local del receptor, etc.
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Ya no hago nada en el trabajo con un individuo que sufre dolor crónico, ya que las herramientas que uso a través del lenguaje pueden ayudar a una persona a alcanzar un estado de gracia, lo que permite un cambio químico. Cuando se produce ese cambio químico, el cuerpo luego apaga los mensajes de dolor y se restablece el equilibrio en el sistema,
Entonces, en general, no aprendería a lidiar con el dolor crónico. Es una pena que tanta gente continúe luchando porque no sabe qué otras opciones más efectivas hay disponibles.
Lo digo por experiencia. Después de 4 años de dolor crónico de hombro, que casi me hizo dejar de trabajar debido a los niveles de dolor. He pasado por el mismo proceso que ahora hago con todos mis clientes que experimentan dolor crónico. Los resultados son increíbles