La ciática se refiere al dolor que se irradia a lo largo del recorrido del nervio ciático, que va desde la parte baja de la espalda hasta la nalga y baja por la parte posterior de cada pierna. Las raíces nerviosas lumbosacrales inferiores forman el nervio ciático, que es el nervio más largo del cuerpo.
Aunque muchas personas piensan que la ciática es una afección, en realidad es una colección de síntomas. La mayoría de las personas con ciática experimentará dolor más en la extremidad inferior que en la espalda. El dolor a menudo se extiende debajo de la rodilla y hacia el pie y, en muchos casos, va acompañado de entumecimiento u hormigueo. En ocasiones, los pacientes experimentarán debilidad muscular en la pierna afectada.
Para algunos, el dolor de la ciática puede ser solo un dolor leve; para otros, puede ser bastante intenso. Algunas personas experimentan una fuerte sensación de ardor y pueden sentir una sacudida eléctrica como una descarga eléctrica. A menudo, el dolor se intensifica cuando se está sentado durante largos períodos. Algunos pacientes pierden el control de la vejiga o el intestino, un signo del síndrome de la cola de caballo, que es raro pero grave y requiere atención médica inmediata. Consulte a su médico de inmediato si su ciática está acompañada de estos síntomas.
En la mayoría de los casos, la ciática es causada por el desgaste normal en uno de los discos en la parte baja de la espalda. El disco se hernia y se hincha en el canal espinal, comprimiendo una o más de las raíces nerviosas que forman el nervio ciático y enviando dolor a la extremidad inferior.
Por lo general, la ciática es intensamente dolorosa durante aproximadamente una semana o dos, y luego comienza a mejorarse progresivamente. Alrededor del 90 por ciento de los pacientes son tratados con éxito sin necesidad de cirugía. A menudo, se recomienda la terapia física y ha demostrado ser muy efectiva. Un fisioterapeuta puede proporcionar tratamientos para mejorar el dolor de inmediato y recomendarle ejercicios en el hogar que eviten futuros episodios de ciática.
Otras medidas pueden proporcionar algún alivio también. Los remedios caseros simples, como la aplicación de calor o hielo y tomar analgésicos de venta libre, generalmente son efectivos. Pruebe con compresas frías inicialmente para reducir la inflamación. Aplique una bolsa de hielo en las áreas doloridas durante unos 20 minutos varias veces al día. Después de dos o tres días, aplique calor con una lámpara de calor o una almohadilla térmica en la configuración más baja. La alternancia de paquetes tibios y fríos puede proporcionar cierto alivio.
Cómo hacer culturismo con una historia de ciática
¿Cuál es la mejor manera de tratar la ciática?
¿Cuál es la forma más rápida de obtener cura del dolor del nervio ciático?
¿Cuáles son los tratamientos para la ciática (dolor nervioso)?
Los pacientes que no han tenido éxito con medicamentos de venta libre pueden necesitar un medicamento antiinflamatorio con receta médica u otros analgésicos. Los opiáceos que contienen medicamentos como hidrocodona con paracetamol, oxicodona con paracetamol o codeína con paracetamol o los medicamentos más nuevos para el dolor neuropático (gabapentina, pregabalina, duloxetina, etc.) suelen ser eficaces para aliviar el dolor ciático. Para un tratamiento más agresivo, su médico puede recomendarle inyecciones de corticosteroides. Si todo lo demás falla, la cirugía puede ser muy exitosa cuando la ciática es causada por una hernia discal con compresión de la raíz nerviosa.
Continuar con sus actividades habituales es una buena idea, pero detenga la actividad que provocó el dolor en primer lugar. Demasiado descanso e inactividad pueden empeorar sus síntomas. Pruebe ejercicios con agua u otros ejercicios de bajo impacto, como andar en bicicleta estacionaria, para mantenerse activo sin empeorar el dolor. A medida que comienzas a mejorar, un programa combinado de actividad aeróbica, entrenamiento de fuerza y ejercicios de estabilidad central puede ayudar a limitar los efectos de los problemas de espalda relacionados con la edad.
Su médico puede ayudarlo a diseñar un programa de ejercicios seguro. También puede beneficiarse de trabajar con un entrenador personal certificado o un especialista en acondicionamiento físico.