Recuerde que las enzimas se caracterizan por la “especificidad del sustrato”, lo que significa que solo pueden actuar sobre moléculas de una determinada forma (una forma que se adapta a la zona activa de esa enzima). Esta es nuestra primera pista de cómo los lisosomas pueden protegerse de sus propias enzimas: si las enzimas no pueden incluir las partes de los lisosomas en sus zonas activas, entonces esas partes de los lisosomas son seguras. De hecho, se sabe que las proteínas en la membrana del lisosoma tienen un número extraordinariamente grande de moléculas de azúcar adheridas a ellas. Estos azúcares actúan como un escudo, manteniendo muchas hidrolasas ácidas de los segmentos de proteínas que de otro modo reconocerían y cortarían. El proceso de agregar azúcares a otras cosas se llama “glicosilación” y se dice que una proteína con azúcares es una “glicoproteína”. Por supuesto, el lisosoma también contiene glicosidasas, por lo que esos escudos de proteínas probablemente no duren mucho tiempo. Siempre.
Dentro de la membrana del lisosoma hay una gruesa capa protectora de “glicocalix”. Este “glicocalix” está hecho de proteínas especiales llamadas “proteínas de membrana asociadas a lisosomas (LAMP)” y azúcares “polilactosamina”.