Todo es una cuestión de estadísticas. La vacuna brinda protección imperfecta, pero ninguna vacuna brinda protección.
Los inmunólogos usan un término “inmunidad colectiva”: si un cierto porcentaje de una población es inmune (ya sea mediante vacunación o exposición natural previa), un caso aislado de enfermedad no dará como resultado un brote total, incluso en una parte de la población que carece de inmunidad. El porcentaje varía según el modo de diseminación, el período de incubación y otros factores, pero generalmente es del 80% al 90%. Como siempre hay personas que tienen contraindicaciones médicas genuinas para la vacunación, los antivalores son una amenaza no solo para sus propios hijos, sino para la salud pública en general.
Ver la inmunidad del rebaño para la ilustración.
Permítanme recordarles que la viruela fue erradicada únicamente a través de la vacunación: no contamos con antivirales efectivos contra el virus variólico (hay un candidato, pero, afortunadamente, nunca tendremos la oportunidad de probarlo).