Podemos hacer agua, pero ¿para qué preocuparse cuando ya hay quinientos millones de toneladas para nosotros?
A propósito, hacer que el agua salga de hidrógeno y oxígeno es tan simple como encender una cerilla, el hidrógeno es muy inflamable. Mezclado con oxígeno, quemará produciendo vapor de agua, enfriando eso y tendrás agua líquida. El problema (en realidad, la gran ventaja) es que no hay hidrógeno del que hablar en la atmósfera. Si hubiera, entonces una sola chispa encendería una tormenta global. La mayor parte del hidrógeno en el mundo está bloqueado en forma de agua (lo adivinaste).
El hidrógeno es el elemento más común en el universo, pero aquí en la tierra, casi todo ya está en los océanos.