Uno de los hallazgos más profundos que ha surgido de las disciplinas jóvenes de la neuropsicoinmunología y la neuropsicoendocrinología es que nuestro estado mental se correlaciona con la modulación del sistema inmune y el medio hormonal. Específicamente, “dolor de corazón” puede estar relacionado con la activación crónica inadecuada de la cascada inflamatoria y la disfunción del eje hipotalámico-pituitario-adrenal.
Tristemente, las observaciones de dicha patología en estos sistemas pueden extrapolarse razonablemente para sugerir una plétora de consecuencias físicas para aquellos de nosotros que sufrimos dolores de cabeza a largo plazo, incluyendo (pero no limitado a) enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2, enfermedad aterosclerótica, síndromes autoinmunes y neurodegenerativa trastornos
De hecho, puede ser razonable reclamar una base fisiológica para la afirmación ‘todo lo que necesitas es amor’. Sin eso, parece que literalmente nos derrumbamos.