En el invierno, los días se acortan, por lo que el cuerpo humano está expuesto a menos luz diurna. La luz del día activa una serie de hormonas diferentes que ayudan a “mantener” el estado emocional de una persona. Cuando se pone el sol, el cuerpo libera un conjunto diferente de hormonas diseñadas para que se relaje, disminuya la velocidad y esté listo para dormir.
Con las comodidades modernas de hoy en día, el cuerpo puede confundirse y no producirá suficientes hormonas solares o producirá a muchos (lo mismo se aplica a la oscuridad).
El Trastorno Afectado estacional (SAD) puede afectar tanto durante el verano como durante el invierno. Las personas con SAD basado en el invierno y las personas con SAD en verano han compartido muchas características comunes en su depresión, pero hay algunas diferencias.
Invierno:
- Irritabilidad
- Cansancio o poca energía
- Problemas para llevarse bien con otras personas
- Hipersensibilidad al rechazo
- Sensación pesada y “pesada” en brazos o piernas
- Oversleeping
- Cambios en el apetito, especialmente un antojo de alimentos con alto contenido de carbohidratos
- Aumento de peso
Verano:
- Depresión
- Dificultad para dormir (insomnio)
- Pérdida de peso
- Poco apetito
- Agitación o ansiedad
La lista de síntomas citados anteriormente proviene de: trastorno afectivo estacional (SAD)