Quizás.
En la medida en que podría crear un estado de euforia. Sin embargo, esto no es absoluto; tampoco niega necesariamente las funciones integrales y ejecutivas cognitivas del paciente, lo que ayuda a generar emoción.
Los pacientes todavía pueden funcionar bien cognitivamente si sus dosis de morfina son ligeramente más de lo necesario. Incluso si las dosis son relativamente más altas, sus cuerpos eventualmente se ajustan. Por lo tanto, todavía tienen perspicacia y buen juicio, a menudo. Los problemas que fueron, todavía se realizan en el presente. Si el paciente no ha tenido problemas emocionales antes de la administración de morfina, no necesariamente significa que los pacientes no tendrán los mismos miedos y el mismo estado emocional mientras estén tomando morfina. La sobredosis de morfina, por el contrario, puede causar psicosis, sedación y un estado cognitivo que no es comparable con la línea base del paciente. En lugar de control emocional, el estado físico del paciente se ve amenazado.
Hay algo sobre la mente humana que le permite superar las barreras cuando surge una situación urgente. Por lo tanto, todavía son capaces de avanzar a través de ese nivel de eliminación emocional cuando se requiere emoción para la supervivencia. Por ejemplo: el miedo es una emoción y, a veces, se necesita una pequeña cantidad de miedo para ayudar al paciente a tomar conciencia y enfrentar las crisis que surgen. Entonces, si se avecina la muerte o una amenaza para la salud, se justifica una pequeña cantidad de miedo para permitir que el paciente reúna a su familia y discuta asuntos importantes relacionados con asuntos pendientes, o para que un paciente solicite guía espiritual donde surja una convicción espiritual. A pesar de los agentes narcóticos, los pacientes a veces pueden superar esa sensación de sedación para ayudarlos a ser lo suficientemente emocionales como para enfrentar las crisis. Las dosis de morfina siempre se regulan cuidadosamente para permitir la cantidad mínima de opiáceo posible que produzca alivio del dolor físico (y evite los efectos secundarios). Por lo tanto, como se discutió, la cognición aún se conserva. Cuando se prescriben clínica o erróneamente dosis altas, puede disminuir las capacidades cognitivas de los pacientes. La emoción sería, por lo tanto, mimetizada, pero amenaza el bienestar físico del paciente. ¿Es esta una manera de lidiar con el dolor emocional? Es cierto que no es un método prescrito. Los antidepresivos, los ansiolíticos y los estabilizadores del estado de ánimo pueden preferirse, además de la intervención psicosocial.
En resumen:
Por lo tanto, la morfina, en la medida en que puede provocar una sensación de euforia, induce finalmente la tolerancia. A pesar de la euforia, aún pueden ser conscientes cognitivos y también conscientes de sus emociones.
Los opiáceos no son la droga de elección para lidiar con el dolor emocional. El asesoramiento psicosocial y los medicamentos para el estado de ánimo y la ansiedad se recomiendan si es necesario.
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