Con anestesia general, quería saber si me despertaba bien. Mi abuela tenía problemas con la anestesia y, por supuesto, no recordaba qué y me asusté por eso.
Sin embargo, yo estaba en urgencias y había perdido mucha sangre y, sin una cirugía inmediata, perdería el resto, así que después de volver a evaluarme, me drogaron, luego me llevaron al quirófano y me hicieron dormir. Me desperté muy bien. El par de veces desde entonces, me levanté bien también. Y rápido.
Con sedación consciente, la primera vez, me alivió no estar totalmente sedado. Resulta que soy realmente difícil de sedar conscientemente. Es esa parte consciente a la que me aferro. Entonces hablo cuando no debería y me muevo cuando debería estar quieto. Siento dolor cuando se supone que no debo hacerlo.
He aprendido a advertirles que tal vez necesite un poco más que la dosis estándar y que no pretendo hacer lo que sea que esté haciendo. Es como estar borracho y casi desmayado, pero no del todo, y querer solo un trago más y también bailar. Y eso es lo que casi recuerdo.