Sí, el placebo puede tener un efecto mensurable objetivamente.
Cómo o por qué se produce ese efecto es cuando las cosas se vuelven borrosas, y donde la medición objetiva puede ser imposible debido a la naturaleza de los sistemas neuroquímicos que son interinfluenciales y la medición es una forma de interacción con esos sistemas.
También es un error común pensar que el placebo tiene un efecto uniforme que es constante en intensidad y distribución a través del tiempo y las personas. No hay una “respuesta estándar” a los tratamientos con placebo, y muchos aspectos de los entornos de tratamiento o protocolos de informe pueden influir en los resultados de los experimentos inclusivos de placebo que caracterizan la fuerza o la utilidad de respuestas placebo particulares pueden ser en gran medida o completamente no generalizables.
No está claro dónde exactamente “entrada activa” termina y “entrada inactiva” comienza tampoco. Los tratamientos médicos y las técnicas terapéuticas no están estrictamente limitados a intervenciones biológicas o químicas en forma de drogas y otros compuestos. No tenemos manera de limitar completamente las exposiciones de los pacientes para determinar las contribuciones potenciales de cada fenómeno individual, y los resultados no lineales o sinérgicos de todas las combinaciones inevitables y aditivas hacen que los diseños actuales de los ensayos sean insuficientes para abordar de manera confiable la eficacia del placebo y la eficacia de muchos tipos de drogas también.