La idea de que la proteína animal causa cáncer proviene de una interpretación errónea de estudios observacionales. Los estudios epidemiológicos o de observación pueden servir para establecer la correlación, nunca la causalidad.
Si, por ejemplo, analizáramos la relación entre los diales 911 y el crimen, obtendríamos una correlación positiva: en esos vecindarios donde más personas llaman al 911 hay más crimen, pero no supondríamos que llamar a la policía provoca delitos, ¿o sí?
Este es solo un ejemplo extremo que usa la causalidad inversa, lo que ocurre con la proteína animal se produce por una variable causal común, es decir , los que comen mucha carne roja tienden a ser los mismos que fuman y beben mucho mientras hacen muy poco ejercicio. Del mismo modo, los vegetarianos generalmente están más preocupados por su salud que el carnívoro promedio, lo que lleva a creer que las dietas vegetarianas son más saludables.
Si nuestro objetivo fuera establecer la causalidad, un estudio de casos y controles estaría en orden, lo que significa que todas las variables deberían permanecer iguales excepto la que está sujeta a investigación. En dichos documentos, la proteína de suero no solo se ve bien con respecto al cáncer (concentrado de proteína de suero (WPC) y modulación de glutatión en el tratamiento del cáncer) sino que también ayuda a reducir los niveles de triglicéridos y mejora la sensibilidad a la insulina (Whey Protein reduce los triglicéridos, colesterol y mejora la insulina Función) marcadores cardiovasculares e inflamatorios (los efectos crónicos de las proteínas del suero sobre la presión arterial, la función vascular y los marcadores inflamatorios en individuos con sobrepeso).
Espero que haya ayudado a aclarar un poco las cosas 😉 ¡Que tenga un buen fin de semana!