¿La inquietud es parte del autismo?

Una persona autista vive rodeada de personas que hacen cosas extrañas y esperan ser entendidas sin ninguna explicación real. Para empeorar las cosas, hay sonidos fuertes o extraños que simplemente no podemos filtrar, luces brillantes y texturas extrañas. Para citar al poeta noruego Obstfelder: “¡Parece que llegué al planeta equivocado!”

Inquietud es lo menos que uno esperaría. De hecho, el movimiento repetitivo es una forma favorita para muchos autistas (especialmente niños) de distraerse de una sobrecarga sensorial desagradable. Pero si una persona autista tiene la autonomía para organizar su propio entorno, no estará más inquieta que otros.