¿Cómo funcionan los antígenos y anticuerpos para combatir los patógenos?

Cuando los anticuerpos se unen a antígenos extraños, realizan una serie de funciones inmunes.

Primero, activan la cascada del complemento. Si el patógeno es celular (bacteriano), el complemento puede formar un complejo de ataque de membrana que lisa la célula. El complemento también atrae células inmunes llamadas fagocitos que ingieren y destruyen los patógenos. Los anticuerpos marcan el patógeno para la ingestión de fagocitos en un proceso conocido como opsonización.

Además de los fagocitos, los anticuerpos unidos a los patógenos también activarán otras células inmunitarias como los mastocitos, los neutrófilos y las células asesinas naturales. Estas células atacan el patógeno o liberan sustancias químicas que activan aún más elementos del sistema inmune.

Por último, los anticuerpos que se unen a los patógenos pueden hacer que se peguen (se aglutinen). Al recubrir los patógenos y causar la aglutinación, pueden desactivar un patógeno o toxina.

Nop.

Trabajan uno contra el otro.