¿Cómo puede uno ser el cuidador perfecto para la madre o el papá de uno?

Los cuidadores son responsables del cuidado y el bienestar de los demás. La mayoría de las personas que entran en este campo son conocidas por su sensibilidad, su naturaleza generosa y su deseo de ayudar a los necesitados. El cuidado generalmente conlleva responsabilidades tales como bañarse, vestirse, alimentarse y supervisar la seguridad y las necesidades emocionales de sus cargos. Algunos cuidadores trabajan en puestos de cuidado de niños, mientras que otros se centran en la atención geriátrica en el hogar o la recuperación médica.

Características importantes que todo cuidador debería tener:

  1. Paciencia. Quienes brindan atención domiciliaria a otras personas deben ser pacientes. Ser paciente significa que la persona comprende que puede haber cambios en los planes, que las cosas pueden no ir tan rápido como se planeó, y puede haber algunas dudas a veces por parte de la persona que recibe la atención.
  2. Compasión. Cuando alguien tiene compasión por otro, tiene una comprensión de lo que está atravesando la persona.
  3. Atención. Al prestar atención en el hogar, es importante que el cuidador esté atento a las necesidades y los cambios que están teniendo lugar. Al estar atento, el cuidador notará cuando hay cambios emocionales o físicos en la persona que está cuidando.
  4. Confianza. Aquellos que necesitan cuidado en el hogar generalmente no lo necesitan esporádicamente. Más bien es de manera regular, por lo que es imprescindible que un cuidador sea confiable y se presente para brindar la atención que la persona necesita y con la que cuenta.
  5. Integridad. Los cuidadores a menudo están en una posición que les permitirá tener acceso a las pertenencias de la persona que están cuidando. Es crucial que el cuidador sea alguien que sea confiable y que no rompa esa confianza al aprovecharse de la persona que está cuidando.