Los cuidadores son responsables del cuidado y el bienestar de los demás. La mayoría de las personas que entran en este campo son conocidas por su sensibilidad, su naturaleza generosa y su deseo de ayudar a los necesitados. El cuidado generalmente conlleva responsabilidades tales como bañarse, vestirse, alimentarse y supervisar la seguridad y las necesidades emocionales de sus cargos. Algunos cuidadores trabajan en puestos de cuidado de niños, mientras que otros se centran en la atención geriátrica en el hogar o la recuperación médica.
Características importantes que todo cuidador debería tener:
- Paciencia. Quienes brindan atención domiciliaria a otras personas deben ser pacientes. Ser paciente significa que la persona comprende que puede haber cambios en los planes, que las cosas pueden no ir tan rápido como se planeó, y puede haber algunas dudas a veces por parte de la persona que recibe la atención.
- Compasión. Cuando alguien tiene compasión por otro, tiene una comprensión de lo que está atravesando la persona.
- Atención. Al prestar atención en el hogar, es importante que el cuidador esté atento a las necesidades y los cambios que están teniendo lugar. Al estar atento, el cuidador notará cuando hay cambios emocionales o físicos en la persona que está cuidando.
- Confianza. Aquellos que necesitan cuidado en el hogar generalmente no lo necesitan esporádicamente. Más bien es de manera regular, por lo que es imprescindible que un cuidador sea confiable y se presente para brindar la atención que la persona necesita y con la que cuenta.
- Integridad. Los cuidadores a menudo están en una posición que les permitirá tener acceso a las pertenencias de la persona que están cuidando. Es crucial que el cuidador sea alguien que sea confiable y que no rompa esa confianza al aprovecharse de la persona que está cuidando.