Como toda disciplina y profesión, la medicina tiene una serie de características distintas en su subcultura.
Uno de estos se caracteriza por un cinismo persecutorio. Es decir, les gusta etiquetar aquello con lo que no pueden lidiar, que no entienden o que simplemente no quieren hacer por ser autoinducidos.
Münchhausen es uno de los términos más ampulosos. La búsqueda de atención, disruptiva, no cooperativa y la antigua hipocondría siguen siendo los pilares.
Aquellos que se atreven a apoyar a estos pacientes son etiquetados: habilitadores, estúpidos, ignorantes y síndrome de Münchhausen por Proxy.
La causa de esta tendencia en los médicos es su miedo a admitir que no saben.
Lamentablemente, es poco probable que las identidades y conductas subculturales cambien, incluso con la autoconciencia.